martes, 27 de enero de 2009

"A TUS PIES"



A tus pies me arrodillo, Señor, y soy tu esclavo.
Quiero que me maltrates, vive mi desamor
para poder servirte, que me sirvan tus besos
para atarme a tu sombra y dejar de ser yo.

Y quiero que me insultes mirándome a la cara,
que entre pellizcos tiernos me beba tu sudor,
que patees mi vida y me hagas una nueva
donde, indudablemente, me azotes con pasión.

Señor de noches locas,
Señor de mi ilusión.
Si ahora mis fantasías te sirven de quimeras
me tendrás para siempre pegado a tu pezón.

Y átame las manos, y odia mis poemas,
insúltame de nuevo, no me llames mi amor.
Y ponme a cuatro patas, tatúame tus dedos.
Dame un motivo insulso, fustiga mi tesón.

Y véndame los ojos tan fuerte que mis gritos
vean desde lo oscuro tu poca compasión.
Con pasión te amaré sin saber qué me haces.
Seré un ciego excitado con tanto descontrol.

Y pisa mis desgracias, y escúpeme en un verso.
Y que esta cera hirviendo me queme el corazón.
Y muéstrame tus botas, y lame este momento.
No me digas te quiero y rápame la voz.

Señor de noches locas, no podrás con mi boca.
No me pienso callar, Señor de mi ilusión.
Y quiero que me insultes mirándome a la cara,
y entre pellizcos tiernos beberme tu sudor.


JAVIER BRAVO
barcelona, 6 de diciembre de 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

De exquisita crueldad.
LAURA