jueves, 28 de octubre de 2010

"LA ESTRATEGIA Y LA TÁCTICA"



va por Benedetti, amaestrando el amor.
Maestro.


La certera estrategia es relegar sus besos,
hacerle ver que ausente estoy mejor,
hallarme sordo al tono de su voz,
admirarlo y mirarlo de soslayo.

La estrategia sería levantar el telón,
crear un personaje bien distante
con otra piel, con callos, cual farsante
negarle que me muero por su olor.

La estrategia no va en diminutivos,
es grande y fría como esta operación
que planea con mucha discreción
colarme de puntilla en sus mañanas.

No es la estrategia beber manso en su mano
ni bailar en su agua algún vals.
En el fondo del lago él va a encontrar
la perla que haga rico su trabajo.

No es provocar piropos estrategas,
y si llegan ser duro como el pan
regalándole enumeradas migas;
que nunca el triunfo vea en tu mirar.

La táctica es, en cambio,
consistente y muy simple.

Mi táctica
es quererme muy mucho para dejar entrar
y una vez recostados, en la sala de estar,
derretido por dentro,
decirle buenas noches muy fiel a mi estrategia,
que en la alcoba contigua le escuche suspirar.
Y en una noche oscura, con truenos incluidos,
él me toque la puerta
y le deje pasar.

JAVIER BRAVO.
Barcelona, 27 de octubre de 2010.

jueves, 26 de agosto de 2010

"SOY LA LECHE"


(monólogo monótono en circuito)


Ufff.
Fue lo más haber hecho la reserva del hotel desde el invierno pasado. El nuevo Axel, más amplio, más rosa, máximo “confort” para unos días que sobre ante todo tenían que ser con-for-ta-bles. Súper... De no ser así me hubiese sido imposible pagar la millonada que estaban pidiendo los hoteles por aquellas fechas en que Barcelona se vestía de gala y olisqueaba dólares por doquier. Dólares que nosotros, supuestamente sobrados de ellos nos dejábamos sin miramientos a cambio de un buen musicón, chulos a mansalva y varias opciones variopintas para nunca escuchar el “Last Dance”. La ciudad Condal hacía su agosto y agosto, ilusionado, se dejaba querer. Ella amariconada y organizadora, maga, total, friendly. Agosto endemoniadamente caluroso.
Dos sesiones de bótox, el nuevo bolso de Louis Vuitton y un ciclo de los efectivos bastaron para convertirme en el chulazo que Barcelona demandaba, y una vez reposada la idea en mi mente me puse manos a la obra. Comencé en febrero currándome el cuerpo, siempre ayudado de algo de química que esta vez había obrado tan bien que era ya todo un Adonis. Flipaba. Gracias a Dios y a esas inyecciones me convertí en un gay moderno y bailongo que acude servilmente a festivales de música electrónica donde el ligar esta muy bien ligado y donde nos llevamos victorias y elegías al bolsillo liándonons entre nos, desde la madurez. Recuerdo mi bolsillo, era el de un Cavalli, que tembló de alegría cuando aterrizó en él la pulsera del festival. Me vi de punta en blanco en todos los eventos, modelito a estrenar para cada ocasión. Mmmmm. ¡¡¡Que marha!!! Echaría fuego mi Manhunt... Con mi nuevo look y mis nuevas fotos Barcelona iba a temblar. ¡¡Olé!! Sólo el primer día que las colgué (y aun estaba en el pueblo) tuve más de 800 visitas. De imaginar la sensación y el revuelo en la red se me hacía la picha un lio. Iría bien cargado de condones...(the world is mine) y de ganas. ¡¡¡Toma ya!!!
Recorrería muchos kilómetros para darme tal homenaje. Este cuerpo que en mi Bilbao: pasto de gusanos iba a saber lo que era conquistar una tierra extraña. Nadie es profeta en su tierra... ¿no es así el refrán? ¿Por donde iba?.... Dicen que ahora parezco más masculino. La verdad es que desde que dejé de depilarme el pecho y decora mi cara una barba de tres días tengo una laaarga lista de pretendientes. Quizás es porque ahora lo valgo. Jajajaja.. Creo que es que he aprendido a no aparentar la loca que sometimes I am.... Sé de más de uno que se quedará muerta cuando me vea y querrá repetir lo que una vez bautizó cómo un polvo normal con un chico aun más normal. La única diferencia es que hoy me he esculpido en este machote, con un nuevo tatuaje en la espalda donde se lee perfectamente “fuck you”. ¿Sabes inglés no?... Esperaré a encontrármelos en la sauna Casanova (qué cola, qué calor, qué nivel Maribel, qué color, qué mareo, ¿algún activo?) y allí decidiré que hacer con mis víctimas. Prefiero no adelantarme y decir “de esta agua no beberé” o “esta polla no me cabe”. Todas caben. Te lo digo yo y mi experiencia... No se si seré más masculino, pero lo que si noto es que mis inseguridades me han vuelto más seguras desde que descubrí hace un año en este festival del amor que cada roto tiene su descosido. ¡¡¡Lo que pude ligar, madre mía!!! Go, go, go, and dance Y eso que no era lo que hoy soy.... Pero también ví que una buena imagen me abría las puertas del paraíso, y éso era lo único que necesitaba para confiar en mi. Puertas abiertas de par en par. Pa-ra-í-so. Por una vez en la vida tenía una motivación. Fue en ese momento en que decidí hacerme este tatoo (¿a que es lo más?) y donde me juré regresar cada verano a esta capital de la alegría, del consumo, de millares de tíos buenorros con su consecutiva adicción. I Love Barcelona. I love Pura vida.
El Water Park se salío. ¿Cómo me pueden gustar tanto las masificaciones ahora que ya no soy lo que se dice un niñato? Aquella masa hinchada de euforia, anabolizada, me hacía revivir una segunda juventud, casi mucho mejor que la primera. Fue lo más, mágico, aunque el tiempo amenazaba constantemente con aguarnos el convite. El poco sol fue el mismo para todos. Fui parte de “la masa” una vez más. Hombre no.... con aquella Isla Fantasía que parecía un casting para un anuncio de Benetton... y el Razzmataz del jueves noche, menudo cancaneo, y La Atlántida que? donde me encontré una gorra del Circuit, ideal, que ya nunca se despega de mi nuca. Conocí a La Takones, a la Mercu, a tres porn stars, a un ex triunfito y hasta entré en dos ocasiones en la lista de Pepito Pérez, el mejor RRPP de la empresa organizadora del popular fetecún. Contando los días de fiestas (mi pulsera comenzaba ya a perder el color) y los pocos que dormí, este cuerpo mio hoy es un guiñapo. ¡¡Que rabia maricón!! Ya no me impone mi sombra como hace una semana, y los bíceps se me han quedado justo en la mitad de lo que fueron. Un putadón, vamos...Toda la rutina (y nunca mejor dicho) la he dejado junto a mis calorías en forma de agrio (pero contento) sudor en las pistas de baile de mi Barna adoptiva; sin hablar de mi tarjeta de crédito que temblorosa me ha negado el habla y, por descontado el crédito. Suerte que había hecho mi reserva en el nuevo Axel con tiempo de antelación sino me hubiese tocado vender este cuerpo, con lo que me ha costado... aunque por el Circuit no me lo hubiera pensado mucho...Bueno, una que no es rubia natural. Son sólo mechas...
Ahora toca remontar el vuelo. Trabajar duro, algún retoque estético. Viajar por trabajo. Me encantaaaa. Alguna raya cual línea discontinua para no perder la costumbre jurando desintoxicarme del todo, quedarme limpio... Siempre es un fracaso. Demasiadas malas influencias o demasiado débil. Allways demasiado. Me queda la satisfacción de haberles puesto vida a esas caras del facebook. Algunos se han convertidos en nuevos colegas con derecho a algo más que un roce, de esos con los que puedes ir a un evento de tales magnitudes y que perderlos no signifique nada. Todos hemos ido allí para perdernos, a hacer nuestra exhibición, nuestros quince minutos de fama, a ampliar nuestro círculo de amistades y dejándolo siempre entreabierto...
Tan abierto quise dejar mi círculo que en todas la fiestas los perdí. Y en esa es la cruda realidad apenas he ligado. Circuito agitado y para mí poco cancaneo. Entre los chill outs en aquel apartamento cerca de Sants, algún chungo que otro, los bajones que se me acumulaban, las obligadas cenas de compromiso donde cada mordico costaba la vida (imposible digerir con toda esa química en el body. Un día se me olvidó comer) y buscar locamente a mis nuevos amigos en cada local, el que quería sacarle el máximo partido a la noche (o sea este susodicho) fue el que menos le sacó.
Puede que me esté haciendo mayor. Mis nuevos objetivos se han convertido hoy día en cazar, vivir, volar. Ya apenas bailo. Dicen mis amigos de siempre que he cambiado de actitud...
Gilipolleces.
Cuando esto llega a mis oídos, saco de mi bolso Louis Vuitton un Lexatil y un smint y me hago un dos por uno, me peino el flequillo a la vez que me coloco los cascos de mi Iphone 4g, presiono el play y donde siempre me está esperando el CD del Circuit. El último, of course. ¿Es Free Radical Formation? Mmmmm.... no sé. Tampoco me importa demasiado siempre que el temazo que me envuelva tenga subidones... aunque creo que es Rebeca Brown... wow, síííí... Millenium.... ¿Donde estábamos? Ah si.... Lo único que quiero cuando me tocan la moral es que no pare la música, (Last night a dj saved my life) entonces me siento algo drogado, y escapo de la realidad con mi cabeza bien alta, ligero movimiento, engominado, sintiéndome lo más... Y hasta pienso (...) en las próximas va-ca-cio-nes, en aprovechar las horas del verano del 2011 y no buscar a nadie para ser bien hallado, en renovar el perfil del manhunt para tan señaladas fechas, en que Offer Nissim me firme una camiseta, en dónde pillar algo barato, en el Water Park y tres cambios de bañadores muy cool, en hormonas de crecimiento y una dieta más calórica, en no perder el vuelo de regreso... y sigo caminando altanero y altivo como si desde aquí pudiera llegar a Barcelona ajeno a los que no entienden que mi vida ahora es un circuito, con cables algo ajados que entre ellos se lían en una marchosa conexión... Whatever, Whatever...
¿Me entiendes?

Ufff.
Fue lo más haber hecho la reserva del hotel desde el invierno pasado. El nuevo Axel, más amplio, más rosa, máximo “confort” para unos días que ante todo tenían que ser con-for-ta-bles. Súper... De no ser así me hubiese sido imposible...


JAVIER BRAVO.
Barcelona, 16 de agosto de 2010.

miércoles, 28 de julio de 2010

“421 HORAS”




para R. H.

… en este viaje sólo se podía continuar viajando...
(Pura Vida. J. M. Mendiluce.)


Nos conocimos en una de esas macrofiestas que bien sabe montar Madrid para el Orgullo Gay. No iba con la intención de enrollarme con nadie aunque el ambiente que destilaba sexo, drogas y mucho house era propicio. ¿A quién no le gusta llevarse una alegría a la cama cuando no es tu ciudad la que te acoge? Iba con mi amigo Raúl Movida cuando, necesitado de tabaco, me acerque a la máquina y allí, cual mariana aparición apareció él. Dice que recuerda una luz amarilla maquillándome la cara procedente de la máquina de tabaco. Yo recuerdo la suya (también dorada) y cómo hizo que volteara la cabeza hacia él cuestionándome el poder de tan penetrante atención. Con un cigarrillo ya en los labios me perdí entre una humareda de biceps inflados y colocándome bailé.
Pero necesitaba aire.
Los cuerpos sudorosos y la testosterona mezclada con winstrol eran un excesivo cóctel para mí, que sólo quería disfrutar de la música y dar riendas sueltas a mi baile, sin tener que evitar tropezones o el anestesiado de turno que no encuentra el lugar ideal donde colocarse plantándose delante de ti, impertinando. Vislumbré un sitio perfecto: las escaleras, donde el hipervalorado aire se hacía sentir y, para qué engañarnos, donde también se podía seguir un control de las cinco mil personas que allí se despojaban a base de mover las caderas, yendo de un lado a otro como vacas sin cencerro y echando por tierra los quilos subidos en el gimnasio para tan sonada fiesta. Entonces me encontró. Sin quererlo sonó mi cencerro y esta vaca comenzó a pastar.
Una vez bien hallados duramos poco tiempo en La Riviera. Sabíamos que habíamos hecho una buena elección. Me despedí de Raulito y en un taxi emprendimos viaje al centro de Madrid.
Al llegar a su casa hablamos de muchos temas. No había premura. Desde un principio nos entendimos en un perfecto “espanglish”. Entre tantos clones él, que era bastante normalito, se convertía en la compañía perfecta, nos humedecían un mar de coincidencias. Entre tanta charla me sacó una careta de Comeme el coco negro, la misma que tengo en mi escritorio. Fue en ese instante cuando me dije que esta historia prometía, que sueño y realidad pueden ser la misma cosa y me prometí contárosla con casi todos sus minutos y señales.



Primero vivimos en la Calle Montera, luego nos trasladamos a Costanilla de los Capuchinos. Tuvimos una terraza preciosa cubanamente ambientada, aunque también con reminiscencias árabes y algo hippies. Cuando soñábamos venía a visitarnos nuestro dobergman pero nunca logró sacarnos de nuestra vigilia. Teníamos un estudio de grabación con aquella foto de Máximo Arroyo que tanto le gustaba, una biblioteca-escritorio donde yo tomaba el té con mis musas, y muchísimas plantas de maría algo camufladas. El olor siempre les delataba. Era consumo personal. Personal consumo éramos. Nos excitaba delinquir.
Pronto me vestí con su olor. Cierta fragancia derrochaba su testosterona que hacía que la mía se disparara y formaran una sensual mezcla. Me acostumbré a él, y ya no me pude despender. Supongo que a él le ocurrió lo mismo con mi sudor pues no paraba de oler mis camisetas, mis slips, mi nuca. Íbamos siempre bien maqueados con las costuras del otro, perfumados, cómplices de un juego olfativo que nos aletargaba mientras aspirábamos fuerte, llenando los pulmones de una sonrisa gaseosa que surgía siempre que nos hallábamos a muy pocos centímetros. Sus medidas se ajustaban a mi talle. Por esta razón nos intercambiábamos constantemente la ropa. Como el día y la noche comenzamos, vestidos a la par que desnudos, a mimetizarnos.
Fuimos uno, y también lo fue el camino por el que paseábamos encantados, seduciendo a cada paso.. Dicho sendero nos llevó a visitar varias exposiciones de Photo España, nos condujo al teatro, a dar largas caminatas por una colorida y calurosa Madrid de la cual no podía desatarme. Fuimos arrastrados por una marea que dentro se iba haciendo ola, sin compromisos ni planes. Por esta razón casi siempre nos abofeteaba el amanecer aun despiertos mientras nos deleitábamos con cualquier banal cosa que ya nos encargábamos en hacerla brutal. Brutal conexión que nos acompañó desde que nuestros ojos se cruzaron en medio de medio millar de dilatadas pupilas ávidas de complicidad. Un día me descubrí anudado de su mano. El también lo descubrió, y más tarde nos percatamos de que estábamos tejiendo un lazo de fuerte apariencia y mucha resistencia bordado a cada hora juntos. Su sonrisa era el buffet más ostentoso que pudo conocer el apetito mío. Era delicioso estar con él, y yo me estaba dando un atracón del mejor marisco, de ese que si se acaba encuentras explorando en su mar. Aprendí a bucear.
.Hicimos rutas gastronómicas; desayunamos muchas mañanas en el Vips; le presenté a mis padres pixelados; yo le vi correteando por las aceras de Portugal cuando era un crío; jugamos a la XBOX y aprendí a conducir con ella: un buen profesor, paciente copiloto y la mejor compañía para transitar callejuelas nuevas, esquivar bidones de gasolinas, pisar el acelerador con mimo y todo para llegar a tiempo antes de que el GAME OVER irrumpiera en la pantalla.
El juego continuó y comenzamos a hablar en plural. Los “deberíamos”, “podríamos”, “iremos” le dieron un buen empujón a los “me encantaría”. Teníamos que hacer un buen equipo, y como manos salvadoras que éramos sucumbimos a un pacto. Yo cocinaba, el hacía los porros. Y de esta manera, ataditos seguían corriendo los minutos. Yo comencé a entender El Señor de los Anillos de su mano. El comenzó a encender velas blancas pidiéndole a la suerte y yo a sonreír de la manera que él me enseñó: mostrando sin pudor mis grandes dientes. A mandíbula abierta se llenaron de luz nuestros ilusionadas horas que parecían no tener final. Alguien nos regaló un trébol de cuatro hojas.
Fui su distracción, él mi afrodisíaco. Imité su baile. Me vigiló el dormir. Le apoyé en su decisiva manía del café con leche en vaso. Hice mi primer cuscús. No nos extrañábamos ante el escape de algún eructo u otro gas. Vio mi rostro enfadado. Fuimos una máquina de sexo. Magistral sexo. Sin prisas y con muy pocas pausas. Compartimos secretos reales, y secretos de belleza. Le vi llorar y sonreír por dentro. Reímos mucho por fuera. Cazó alguna de mis lágrimas con sus dedos. Fui partícipe en varias ocasiones de su piel de gallina...
Nos hicimos aun más sensibles. Esa cualidad ya estaba innata en nosotros pero al estar juntos se multiplicaba. Era como si hacía un siglo yo hubiera conocido y adorado ya sus canas. Nada más lejos de la realidad.
La realidad era onírica a su lado. La realidad era que cada día se encendía más su belleza.
Un día se marchó y me dejó sólo. Apareció al cabo de cuatro horas con una canción para mí. Siempre había sido yo el que regalaba poemas y relatos. Era una extraña sensación a la que respondí con una completa mudez y total desconcierto aunque eufórica y silenciosamente contento y sorprendido. A él le cayeron dos poemas que rápidamente tradujo al inglés para digerirlos mejor. El poeta y el músico rimaban rimas consonantes. Pasión y timón. Y en clave de sol se inventaron una melodía llena de bienestar que cantaban sin abrir la boca mientras los pulmones se abrigaban de armonía. Nuestro arte nos unía aun más y el aliento que nos dábamos era una buena bocanada de aire para seguir volando. Otro día sus ojos se hicieron laguna cuando le regalé un Te quiero.
Y fabricándolos esquivábamos el fin. Algo en mí no quería abandonarle. Menos abandonarme a la mala suerte de no estar con él. Se convirtió en motivación, alegría, algo que masajeaba delicadamente una parte en mi, como un “fantasy men”.



Todo esto que he enumerado sólo ocurrió en un maratón de 421 horas. 17 días y medio con alas. Pero a pesar de ello nos dio tiempo para tambien disfrutar de los silencios.
A las 420 horas con 45 minutos, cuando yo emprendía mi viaje de vuelta (todo lo bueno se acaba) su eterna alegría se volvió gris. Nos juramos una cierta continuidad, pero la idea de separarnos después de hacernos tan sustancial compañía afeaba nuestros rostros. Era muy valioso lo que habíamos encontrado y ahora nos tocaba caminar por separados aunque con la satisfacción de saber que en cierta parte del mundo, y no muy lejos (gracias a Dios) había una posible alma gemela que sabía hacerte brillar. Se calentó el motor y el autobús marchó. Algo dentro de mi sonreía. A pesar de sus seriedad vi la sonrisa en él.
Al minuto 59 puse una mano abierta lentamente sobre el cristal, luego (emulando a un mimo) puse la otra. No era un sueño. Apreté mis labios y él, con su camisa de estrellas, hizo presente esa sonrisa. Se me cayó una lágrima al perderle de vista.
Pronto nos volveremos a ver.
Prometo aprovechar las horas, y solamente si batimos un récord (de la manera que sea. Me conozco), no podré reprimirme y os lo contaré.
Cierro esta historia con puntos suspensivos y los dedos cruzados.
Se que continuará....



JAVIER BRAVO.
Barcelona, 26 de julio de 2010.

martes, 27 de julio de 2010

"SALMOREJO"


Ahora que has marchado te confieso
que aborrecía la miga de tu pan,
ese falso complejo de huracán,
la sal que en mis sueños convertías.

Eras frío, ya se que era verano,
pero sólo añoraba que tu abrazo
calentara, emulsionar los pasos
en esta sopa fría que es la vida.
Hoy dejas en mi sed cierta sequía
que el agua no se asoma por aquí.
Ajos tiernos se ocupan de repetir,
feroz indigestión que ya he probado.
Con pulso fiero mi alma trituraste
cual si fuera un tomate consentido,
salió, pues, mi carácter de pepino.
Fuiste un simple gazpacho. Me rendí
mientras vertías un chorro de vinagre
que no pude tragar pues ya era tarde
para dejar pasar tus tropezones
que se iban acumulando por montones
entre el cielo de la boca y mi ansiedad.

Te he servido en un plato mi amistad
(fino jamón decora huevos duros)
y obtengo un corazón que no es el tuyo
porque no te conformas con mi hambre.
Viste un río de aceite,
resbalaste,
y pálido quedó mi paladar.



JAVIER BRAVO.
Barcelona, 31 de mayo de 2010.

sábado, 10 de julio de 2010

"WE ARE..."




para Kimba.
New motivation... new song.


El chico de la máquina de tabaco
se ha convertido en humo,
mientras yo me destruyo
y le busco entre biceps
que danzan sin saberlo
el hit que se avecina:
mi nueva producción.
Quiero acercarme a él,
drogarme de su ritmo,
disfrutar de mi Orgullo,
de la imaginación...

Tengo el presentimiento
de que iré a arroparle, vestirme con su arte,
a convertir en limonada sus olas de calor;
que volaré muy lejos cuando le tenga cerca,
que veré sus silencios silbando una canción.

Porque
We are dos vientos cantarines donde el norte coincide,
el mejor plan pensado como end del fiestón.
We are la química que abofetea a la física,
donde una interrogante se llena de color.
Cómodo me acomodo en su voz como arpegios
y al mismo tiempo el aire nos ensambla los ojos
haciendo un sampling único, nueva iluminación.
We are el sonido de un saxo que te atrapa y se trepa,
pasadizos donde trepa
cualquier insinuación.


El chico que pasó
mientras yo compraba tabaco
se ha extraviado entre la gente
pero no así en mi mente.
Y cuando yo le encuentre
le contaré en silencio,
moviendo mis caderas,
del tiempo y los temazos
que yo le dediqué
(together... inmy mind)
(together... in my mind)
(together... in my mind).

Here...

...............................

The cigerette machine boy
has gone up in smoke,
while Im destroyed
and searching between biceps
dancing without knowing
the hit is coming:
my new production.
I approach him,
taking drugs at his pace,
enjoy my pride,
of imagination ...

I have a hunch
I'm going to wrap it, dressed in his art,
to make lemonade from the body heat;
to fly very far when you are close,
I'll see his silences whistling a song.

Because
We are two singing winds where the north winds coincides
thought of as the best plan to end the fiesta
We are slapping chemistry to physics,
where a question is filled with color.
Comfortable in his voice like arpeggios
while the air join our eyes
making a single sample, new ilumination.
We are the sound of a saxophone that grabs you and climbs,
paths which climb
to any suggestion.

The boy who passed
while I bought cigarettes
is lost in the crowd
but not in my mind.
And when I find him
I will say in silence
moving my hips,
time and temazos
that I spent
(Together. .. in my mind)


JAVIER BRAVO.
Madrid, 9 de julio de 2010.

"CALIGRAFÍA"




para Antonio Lomo.



Un día la suerte tocó a mi puerta.
Fue mi primer amor y mi primer tatoo Quizás por eso aun está grabado además de en mi piel, en un rinconcito de esta mente perversa que en las noches le busca, y siempre le encuentra aunque sólo sea en el recuerdo.
Desde un principio supe de su juego a tres. Además de tenerme como fiel amante, compartía las horas que yo le dejaba (que ya eran muchas) con su novia, de la que le ataban unos férreos planes de boda. Asumí la situación porque me gustaba su trazo, pero a veces las líneas se hacían gordas y no podía distinguir la diferencia entre calcar y hacer un borrón. Era muy difícil atar los celos aunque absurdo ya que la infidelidad fue una línea discontinua desde el primer momento. Sólo por eso nuestros encuentros se limitaron a fumar petas, reírnos del absurdo, descubrirnos mutuamente como iba poblándose de bozo el bigote y explorarnos de la mejor manera existente para dos niñatos que abandonaban la caligrafía infantil y se adentran en las luces de neón y el sexo.
Recuerdo que al corrernos siempre la escena se manchaba de tristeza. Y la tinta de esta historia también se derramaba ya que él partía donde “su parienta” a recibir los mismos mimos que yo me había estudiado frente al espejo tarde tras tarde, mimos elegidos para él, inspirados por él. Era muy sádico pensar en las despedidas... por eso me limité a no pensar. Sabía que él volvería. Pero la avaricia y el querer encarcelarle siempre rompía el saco. Me despedía mirándole a la cara y, oculto, me rompía... Lo único que me consolaba era pensar que yo le daba algo que ella no podría, y a él le volvía loco: polla.
Escribí alguna carta (con bellos signos y caligrafía muy cuidada) para algún día dársela, pero siguen en la caja azul de encima del armario. Aborté un mar de lágrimas que nunca le enseñé porque su tinta siempre estaba húmeda. No quería dañarle sus caracteres y me podía el orgullo, no debía importunar su vida, y en mis lágrimas me ahogué.
Así comencé a enamorarme de aquel amigo garrulo con piernas y culo de futbolista que me enseñó a desatar la libertad sólo con una cerveza en la mano y tres caladas de un porro. Entendí la diferencia entre una carcomanía y una escarificación. El ya estaba raspado en mi dermis. Pero tuve que callarlo: su familia le habían inculcado la idea de casarse y tener hijos, sin dar más opciones a las opciones que la vida te da y se lo habían grabado tan fuertemente que, llegados a este “crítico” punto, era poco difícil ocultar tanto arabesco. El no estaría de acuerdo con mi ensoñamiento y como todo amor impotente se hizo impotente nuestro amor...
Aun así buenos restregones nos pillamos.
Un noche me dijo que quería hacerse un tatuaje. Y yo, dada mis buenas dotes con las artes plásticas le diseñé unos tribales (eran los 90) donde estaba perfectamente reflejada su historia, su familia, su trabajo que lo era todo para él, aunque fuera barriendo las mismas calles que le vieron crecer... Yo también me incluí en el dibujo (aunque él nunca lo supo).
Le encantó mi obra de arte y allí, en la tienda de tatuajes (no le acompañó su novia. Yo sí. Esta era una misión para machotes) debajo de la nuca, colocó mi Picasso hecho con trazos de amor camuflado: gordos y punzantes, dolor y satisfacción, superando y ocultando cosas, caligrafía legible y sólo apta para los dos buenos colegas que éramos... Caligrafía que disfrutábamos juntos hasta aquel día en que, como cuando se desaparece un lunar para siempre, me fui a vivir a Madrid y la suerte me abandonó trayendo consigo la más triste despedida almodovariana jamás contada.
No se si aun la tinta de su tatoo seguirá firme. Lo que si sé es que parece que se me grabó en mi memoria, porque aun hoy (él casado y con dos niñas) no puedo quitármelo de la cabeza, y menos a su tatoo... Aprendimos mucho. Sin él me sentía el alumno sin compañero donde apoyarse y aprender mejor...Desconozco si seguirá trabajando embelleciendo la ciudad (que siempre se volvía pulcra cuando aparecía), si aun las escoban se rinden a su danza... Cuánto añoro hoy que me barra mi ciudad, su rendición, una danza... No siempre conviertes a un niñato de barrio hétero en el mega pasivo más grande de la barriada. Y que fuera un secreto era un plus. Eso creo yo, e intuyo que él también... por la cuenta que le traía. Colegueo sin más.
Un día, huzmeando en la caja azul encontré el boceto que le regalé. Su famoso tatoo. Viéndolo comencé a echarle de menos, y volvieron las mismas lágrimas. Así que, con el afán de superar su partida, me fui a la misma tienda, no el mismo tatuador, sí la misma caligrafía y me lo estampé en mi piel sin pensármelo dos veces... Recé tres padres nuestros y, obnubilado pensando en el momento de encontrarlo y enseñárselo, el dolor se exfumó.
Hoy voy completamente tatuado aunque tengo el suyo debajo de mi nuca. Es una estrella que es él, su novia aparece como un astro fugaz, y pegado a una de sus puntas hay un asteroide pequeñito aunque muy brillante que soy yo (aun él no lo sabe). Le mentí diciéndole que era simplemente una meta a conseguir, llamáramos x, llamémosle yo. Y así se ha convertido en mi nueva meta.
Sueño con el día en que me lo encuentre, (sé que pasará) y al comparar nuestras caligrafías yo aprenda de una vez, con cerveza en mano, que el dolor de un tatoo siempre es superable, y cuando por otro estás marcado, por mucho que intentes regodearte en el pasado, cada trazo tiene su momento, y ningún momento nunca se trazará igual.

Con la mejor tipografía termino esta penúltima carta para ti, y espero que la encuentres algún día encima del armario, debajo de mis lágrimas, en la cajita azul.


Para toda la vida.
A. L.






JAVIER BRAVO.
Barcelona, 29 de junio de 2010.

"DE REPENTE UN EXTRAÑO"


De repente un extraño
me ha ofrecido su almohada.
He cogido mis sueños, incluido el baúl,
y tumbado a su vera me he sumado a su vaho
pero tanta rareza afectó a mi dormir.


Siendo extraño, de repente,
me pierdo entre sus sábanas
echo en falta un buen libro, mi fiel despertador,
la soledad compacta que ésta noche me cela,
ponerle a mis quimeras un único timón.
.

De repente no sé si al despertar mañana
seguirá siendo extraño pensarme su invitado,
si serán mis ronquidos un zumbido aceptado
o el sol llegará en rayos
para desayunar.


Y ahora me siento extraño
y muy ajeno a ese ayer
en que, nada extrañado, mi cama me abrigaba
sin fundas de ilusiones,
repetido final.


De repente un extraño
se ha sentado en mi alma,
se acomodó en una esquina rota del corazón
que comenzó a temblar palpando el desamparo
donde en una madrugada gané una oposición.


Luego, al desentrañarnos
en anónimos roces
me aferré a su espalda de manera inusual.
Una vez que mis dedos apagaron la noche
este cuerpo estrellado se hizo necesidad.

De repente ese extraño
pasó a ser conocido,
di gracias a su abrazo por lo bien que me ató,
me extravié entre su almohada que, extraña, me mimaba
y en brazos de Morfeo el sueño me violó.





JAVIER BRAVO.
Barcelona, 26 de mayo de 2010.

"ORGULLOSO"


Ojeroso, desde su salida del armario, se había percatado que el “ambiente” se regía por parámetros muchas veces superficiales como el cuerpo, la ropa que sólo adorna, los fetiches, si eres diurno o noctámbulo, cuánto eres de ostentoso... .Manuel no era muy agraciado. Por ser un chico del montón y no tener esos “pros” se sentía furioso. Echaba de menos la barba de un amor sincero, el planear un fin de semana con colegas, en su cuerpo el gozo, su gente... Se había vuelto achacoso.
Aquella mañana de domingo Barcelona se vestía de gala, y de arcoiris. No parecía un día lluvioso. El desfile del Orgullo gay se celebraba y al llevar sólo un año fuera de su correoso armario, Manuel, nunca había presenciado ninguno. Estaba nervioso y espitoso a la vez. Sólo le salvó del tornado de nervios la llamada del escandaloso José Enrique, el mejor amigo de su Murcia natal que le decía que se animara y se fuera a la manifestación más vanidoso que nunca, que le diera alegría a su cuerpo macarena. Manuel, habilidoso por ésta vez, pensó que era una buena manera de exiliar sus tristezas y desgracias a la puta calle, y diciendo: aaaaaajá, así lo hizo. No recuerda jolgorio igual. No podía estarse quieto, creyó haber perdido un par de sus ochenta y tres quilos. Y lo mejor: no paró de sonreir. Era como una alegría obesa, un colocón de la mejor droga, la más adicta, la que más adrenalina consume: la felicidad. Contagioso, por una vez se sentía juez y parte del “ambiente”. Hizo amigos que contaban con él. Y él, extasiado, trepó por la carroza del Martins hasta ser uno más, se hizo fotos con los actores pornos que por allí pululaban jugando a ser invisibles, gritó impetuoso, se encontró gracioso, ingenioso... Fue en el Paseo de Maria Cristina, debajo de un frío chorro de una de las fuentes cuando se desnudó mostrando a Barcelona ( postal preciosa de noche) sus encantos, feliz, ponderoso de los quilos que rodeaban a la persona alegre que acababa de conocer. Era un coloso. Dejó la ropa en el “stand” de Boxer y, vigoroso y despreocupado, se conoció más. Las fuentes de Montjuic y Vivaldi se apoyaron relajadamente en el momento.
Llegando a casa, exhausto, después de la Metro y Apolo (Devotion) y con una promiscua agenda del teléfonos asomándose a la vida con nuevos contactos y algo resacoso, se juró nunca olvidar ese veintisiete de junio y por que fueran así los otros trescientos sesenta y cuatro días restantes. Y orgulloso como un oso relamiendo un tarro de miel, pensando en el grandioso arcoiris de Maria Cristina, sigiloso se durmió.
Poderoso.



JAVIER BRAVO.
Barcelona, 27 de junio de 2010.

miércoles, 26 de mayo de 2010

"¿DÓNDE ESTARÉ YO AHORA?"


¿Dónde estaré yo ahora,
en qué habitación iluminada y roja
escupiendo jadeos,
humedeciendo comas;
en qué ordenador, hirviendo su memoria,
sobrevive notable mi filmografía,
mis poses más movidas
en qué retina anidan,
y mi caligrafía
a que ilusión se ató?

El handicap que tiene ir por la vía pública
es que pierdes el control de por donde andarás,
tus fans hacen contigo lo que más les convenga
y en una incógnita ilusa,
deseada y mezquina
se disfraza tu tiempo.
Sabes que estás contigo sin saber donde estás.

Alas que he fabricado,
fabrican mi contento,
nunca sabré en qué puerto
deciden su posar.
Idolatrado a veces,
perdido entre la gente,
sabiendo que es el precio
que tengo que pagar.



JAVIER BRAVO.
Barcelona, 2 de mayo de 2010.

"SURICATOS IV"



(el reencuentro)

para ti, pequeño Timón.


Y con la convivencia
convivió la impaciencia
convirtiendo en arena
la magia de un terrón
y en forma de tormenta
azotó a la pradera,
terremoto carnívoro
que en nosotros cayó,
aislando a cada uno
en nuestras madrigueras
asimilando el viento,
buscando explicación.
Conseguimos entonces
con ayuda de las garras
agarrarnos al último
disparo de aquel sol
y zanjamos un túnel
excavando disculpas
para frotar hocicos
a ritmo de un buen soul.
Y una vez encontrados,
hiperactivos ambos,
varias palabras claves
hicieron su función.
Me acuné en su pelaje,
me arañó en la confianza
jugué a ser más mamífero
y él me correspondió,
regalándome inceptos
que cazó en el desierto
cuando la soledad
y el cielo nos gruñó.



ESTRIBILLO.
Y tras coleccionar montañitas de humor
fuimos esa colonia donde un día cazamos.
Madriguera leonera donde nos exploramos
evitando rincones donde aun roe el dolor.

El volvió a su hoyo-jaula, nueva ruta en su plano.
Yo volví a mis deseos, gané en velocidad,
y a veces nos buscamos con el cuello estirado
olisqueando aquel túnel que llega a su ciudad.


JAVIER BRAVO.
Barcelona, 27 de abril de 2010.

"DE NATURALEZA COSTIPADA"


(Fangoria´s futurible song)



Disparatada, ilógica,
estornudando lluvia,
puede ser ventolera
u ola de calor.
Guardiana de secretos,
colección de misterios,
enfermó de un descuido
al no entender su amor.

Se queja y echa lava,
se hace tormenta y tiembla.
Resfriada se proyecta
e improvisa en la tierra.
Deja incógnitas férreas
de lo que llegará.

estribillo:
Si es el apocalipsis
vístemelo de trueno.
Si es sólo un costipado
yo te puedo curar.
Que será tu arcoiris
pletórico, afrutado,
la luz que dé a estas nubes
cierta normalidad.


Imprevisible y rota,
revuelta como el tiempo
hace de mi entretiempo
una fosa común.
Chubasquero o abrigo,
con tirante o sombrero,
ya no sé lo que piensa
ni a que volcán se irá.


Nubes tóxicas, borrascas
espesor en la atmósfera
que manchan cualquier tarde
des-armando mi sol.
Y en medio de este mayo
se atormenta una niebla,
disparatada e injusta,
llega la glaciación.



estribillo:
Si es el apocalipsis
vístemelo de trueno...



¿Y en qué estación estoy?
Incomunicación.
Desintoxicación.
Un desorden con tos.
Posible destrucción.



JAVIER BRAVO.
Barcelona, 6 de mayo de 2010.

"DESINTOXICACIÓN"


Lo dejaré todo por ti.
Esta mala vida,
la anchura de mis horas,
el tiempo que se escapa
pachucho en mi reloj.
Dependeré tan sólo
del brillo de un instinto,
me haré una dieta rígida
de alegrías sin alcohol.
Clausuraré la acera
donde siempre amanezco
para dormir contigo,
convaleciente y nuevo.
Cambiaré los cartones,
espuma en el colchón.
Y cuando esté curado,
bendita medicina,
podré sanear las penas,
dar paseo a mi voz.
Expulsaré de un soplo
todas las nubes negras,
la lava hecha poema
que escupe mi volcán.
Y me haré de verdad,
tuneado y bien saneado
poniendo punto y final
a este ser marginal.
Nada echaré en falta.
Es todo lo que tengo:
sangre que es pura agua
si tu vicio no está.




JAVIER BRAVO.
Barcelona, 14 de mayo de 2010.

sábado, 17 de abril de 2010

"TU VOZ"


para ti.


Me sorprendió tu voz echándote de menos
quitando ciertos diques que había en mi respirar.
Exhalé hondo, alegres
sonrieron mis labios
y al endulzarse el tiempo no tuve más remedio
que seguirte la rima
y te correspondí.

El tiempo me ha servido para saber que quiero
seguir sintiendo sustos de tu voz en mi voz.
Me atravesó con ganas,
como un susurro húmedo
y por la portañuela se deslizó y rodó
de algarabía llenando
mi holgado pantalón.
Erecto fui ese homo que empalmando palabras
va dejando sus babas en un Sony Erickson.

Se refugió mi voz en los silencios tuyos
y pude hablar contigo hallándome la voz.
Pude parir sin gritos todo lo que tenía
guardado entre un insulto y sacos de rencor
y perdoné la ausencia,
este tiempo ganado,
perdoné mi paciencia volviéndote a sentir
del lado del teléfono
temblando un sentimiento,
formando nuevos ecos que yo coleccionaba
para hacer, a escondidas,
detrás de tu llamada,
este poema verde
como una llamarada
que espero que madure
como miel en tu voz.

Me sorprendió tu voz pidiéndome un deseo,
y abriendo las persianas
pudimos respirar...



JAVIER BRAVO.
Barcelona, 7 de abril de 2010.

"SEÑORAS QUE ACEPTAN TU AMISTAD EN FACEBOOK PENSANDO EN BODA"


Si la amistad es blanca no es por llevar velo.



Ellas llegaban a tu perfil a mediación de tus amigos o vaya usted a saber cómo. Al ver un pezón saliendo por la camiseta, un torso dialogante, una sonrisa abrasadora ya comenzaban a preparar su ajuar. Y como buena pedida de mano te ofrecían su amistad, a la que tú correspondías con un si quiero y una transparente bondad. Nunca resta conocer a los desconocidos, así me enseñaron desde peque. El “modus operanding” siempre era el mismo: un mensaje de agradecimiento por aceptar su amistad. Y encargándole los anillos a un cura virtual comenzaban a pensar en el banquete perfecto, a tejer bien sus redes mientras mataban el tiempo desmenuzando tu perfil, dando gracias a la red por acercarles al salón de sus casas al príncipe con el que siempre soñaron aterrizar en un altar.
No importaba la prueba del pañuelo. Eran muy modernas y nada exigentes. Sólo les importaba que respondieras a sus piropos. Y de vez en cuando lanzaban alguna piedrecita para hacerte saber que estaban ahí, detrás de la pantalla (que servía como confesionario) intentando convertirte en pecado aunque luego tuvieran que dejarse las rodillas rezando olas de Padres Nuestros.
La ceremonia era como siempre: esperar que hicieras algo público para hacerse notar. Luego llegaban los regalos. Y al darse cuenta de que no recibían ninguno ya que la lista de boda estaba vacía (el novio no tenía invitados) comenzaba el desamor. El sólo quería su amistad aunque fuese pixelada pero nunca había soñado con enlazar perfiles, con una lluvia de arroz como mensajes ni en llevar un clavel en la solapa.
Con la decepción ellas desaparecian muriendo en el intento. Y llegaba el día en que“el novio”, haciendo limpieza de facebook las fulminaba con un “teclazo” ya que sabía que aquellas señoras, a escondidas lo espiaban y en cualquier momento podrían reaparecer con las tarjetas de la celebración impresas y con fecha. Ellas, como desagavio y de momento, se quitaban el anillo e interpretando una posiblemente oscarizada rabieta aceptaban a diez nuevos “amigos” de un plumazo dentro de los cuales, quizás, estuviera aquel adonis ideal que siempre soñó encontrar en una red social para presentarle a sus padres, colocarle un “smoking” y llevarle, en un coche con pegazos, de luna de hiel.



Pd: Que no se de por aludido NADIE que pueda leer esto. Si lo has leído es porque aun te tengo en mis amigos Y NO MOLESTAS. La limpieza ya está hecha.
Gracias por leer mi amistad.




JAVIER BRAVO.
Barcelona, 14 de abril de 2010.

"PRINCESA CON CASTILLO"


para Gemma, princesa (de momento).
Las cosas de palacio van despacio.


No es para nada una suerte
habitar un castillo
donde hay toque de queda,
donde te escabulles,
se enreja tu sonrisa,
se encierra tu verdad.
La verdad es que el hierro
de todas tus ventanas
te entiende y hasta llora.
Se oxida la justicia,
se vuelve de cristal.
Yo se que a ese castillo
que sirve de pestillo
un día mi princesa
ya no va a regresar.
Y yo estaré esperando
bien junto a su ventana,
le cantaré una copla,
bailaremos un vals.
De momento regresa
a su castillo-nido
que la ha hecho más fuerte,
toda una emperatriz.
Con respeto a la corte
mira hacia el más allá,
y ya no le da corte
que aquel toque de queda
se quede en su retina
porque sabe que pronto
la vida será el cuento
donde anheló reinar.

No es para nada suerte
habitar un castillo
con puentes levadizos,
control al respirar.
Y menos contemplar
en mi princesa bella
las ganas y sus ansias
de salir sin entrar.


JAVIER BRAVO.
Barcelona, 1 de abril de 2010.

viernes, 26 de marzo de 2010

"EL DESPERTAR DE MI PRIMA VERA"



Mi prima Vera tenía un toque masculino
a pesar del perfume a su pasar.
Sus labios clausurados (como capullos rosas)
necesitaban urgente que apareciera abril
para con él abrirse,
cuestionarle a sus pétalos
si quería un narciso, o tal vez azucena
para su fotosíntesis,
su polinización.
Mi prima Vera, plena, optó por la segunda
y bañada en rocío pronto se engalanó
con hojas esmeralda
que el viento erotizado
en un par de zumbidos
de canela vistió
para así conquistarla...
Su arma era su olor.
Pasarela de aromas
que esparcía mi prima
por toda la ancha acera (a su paso avenida)
hasta que un día su víctima
de amor se desmayó.
Despertó la azucena detrás del boca a boca
y cual bella durmiente sus días de sol llenó
cuando al abrir los pétalos se encontró,
enredadera,
a mi prima abrazada, mariposa a su vera.
Con tan sólo olisquearla: nueva pigmentación.
Y de marzo hasta mayo se juraron abono,
intercambiar semillas,
regalarse orquídeas en días de calor.
Vera entonces sesgó de su holgada maceta
malas hierbas y esquejes,
intervalos nubosos,
alergias mal curadas,
avispas sin panal;
y se quedó sin más, con las borrascas justas
para florecer muy juntas,
alegrarse el balcón.
Mi lesbiana prima encontraba su vulva
construyendo un jardín
donde olía el amor.



JAVIER BRAVO.
Barcelona, 21 de marzo de 2010.

ilustración by Ismael Alvarez.

jueves, 18 de marzo de 2010

"BE(S.O.S.)"



Esto es un llamamiento a esos besos que mojan,
que alertando la piel
se visten de humedad,
para esta boca náufraga pirata de una lágrima
que pide encarecida
saborear la saliva de un corsario sediento
que llegue, al abordaje,
a robar el botín de mis labios resecos
que guardan ciertos mares para su redención.


(Enséñame a besar justo como tú besas,
provoca una tormenta,
rescata a estas palabras
y en cambio te daré el cielo de mi boca,
una sonrisa líquida,
el socorro en mis labios,
toda mi libertad.)


Serán remunerados, muy bien recompensados.
Y una vez bien hallados, comisuras atadas,
volcaré al denso océano
mi llamada de auxilio
mojando,
como un buen beso,
esta necesidad.




JAVIER BRAVO.
Barcelona, 16 de marzo de 2010.

lunes, 15 de marzo de 2010

“SONETO INVÁLIDO, ENCADENADO Y ROTO”




Una vez más la cama se me queda
vacía en un costado, algo inválida.
Voy armando su olor, la espero cálida,
jirones hallo desvistiendo su seda.

También están tu almohada y mis babas
vigilando mi sueño hoy de perfil.
Las noches sin tu diestra son un fusil
que me seca la boca. Me disparas.

Sonámbulo, tristón, incandescente,
obstinado, crepado, roto humor,
cantándole al insomnio que me dejas

una nana, y con plumas de dolor
relleno este colchón que se sorprende
al ver su soledad en mis caderas.




JAVIER BRAVO.
Barcelona, 3 de marzo de 2010.

viernes, 5 de marzo de 2010

"AGRIDULCE"


(desde lo más adentro)
para ti.


"Mi piel nunca te olvidará"
(IN MY COUNTRY)


Supongo que extrañarte
es lo que toca ahora,
como toca las fibras no mirar hacia atrás.
A lo lejos me pierdo,
se extravía mi vida
que aun no me ha encontrado.
No me deja vivir...
Hoy me hallo sin ti llamándote en un eco,
bordándote un silencio,
agarrando un poema que se escurre en mis manos,
se adhiere a mi teclado,
me salpica los labios,
confunde su sabor.
Aunque no es sólo a mi a quién habla tu ausencia.
Mi móvil y mi facebook
comparten agonía.
Ya no son los de antes..
Sin ti no hay festival.
Hoy se me abre una puerta, libero a mis poemas,
me apoyo a una metáfora y por aquí no estás.
Me hubiera encantado que fueras insulina,
que no le agriara tanto tu exilio al paladar
Supongo que es la vida que sabe de sabores,
el echarte de menos y el pensarte de más,
metas, metamorfosis,
una vertiginosa lagrima que cae en una sonrisa,
el almíbar de un beso,
la hiel cuando no está....


(Una cosa bien clara si quisiera dejarte:
siempre que yo te piense (y en mi costado estás)
sé que este teclado chorreará poesía.
Lo que rimé en pasado aun son utopías
y cuando las conjugue
(con mis puertas abiertas)
sin versos agridulces las pienso saborear)

JAVIER BRAVO.
BARCELONA, 12 DE FEBRERO DE 2010.

"BOTOX DE SIELNCIO"


Amar en silencio me está volviendo mudo
y se hacen nudos duros anudando mi voz.
Desatas en mi soledad una euforia suicida,
me voy coleccionando los gajos de tu amor.
Tajante cirugía silenciarme el silencio,
atar mis ataduras queriéndote atrapar.
Amarte en silencio me está volviendo rudo
y embisto a los recuerdos, me visto de pasado
cuando te necesito armando esta locura,
coloreando el silencio, elucubrando sueños,
esterilizando pliegues en mi ajado dolor.
Quisiera acariciar el viento con tu nombre
porque asfixia este amarte en clandestinidad.
Mas sonrió a la vida que me ha vuelto maduro,
escondo las arrugas donde guardo tu rostro,
desde lo más adentro le silbo a tu socorro
esperando un rescate, que sanes cicatrices,
que mudes mi mudez,
que terses con palabras, y quirúrgicamente,
esta especie de nudo que intento desatar,
que te pueda llamar con tu nombre sin vendas
y en la euforia de un grito, jovial, te empiece a amar.





JAVIER BRAVO.
Barcelona, 17 de febrero de 2010.

"FIEBRE DEL SÁBADO NOCHE"



Sábado sabadete me grita la conciencia.
El cuerpo no responde al mismo rintintín.
Se queja de mis quejas,
me duele hasta una muela,
todo es una secuela,
me quedo sin fiestón.
Con quien si me he quedado es con un resfriado
que anula mi apetito,
debilita mis fuerzas
y ausenta el paladar.
Como un zombi ruidoso voy moqueando mis horas
sin saber lo que hacer y queriendo bailar,
intento transportar el peso de mis piernas,
este cuerpo roído que ya hay que apuntalar.
Todo eso sumado a un sol que se me ha ido
hicieron que mi sábado se anunciara febril,
me escociera hasta el alma,
vomitara la vida,
con lágrimas de fuego se incendió mi salón.
Me quedaré en mis cosas haciéndolas más mías,
un cojo John Travolta inventándome rimas
regalándome vueltas en la pista de baile
de estas cuatro paredes con rictus de hospital.
Y entre flema y temazo me marcaré una siesta,
chorrearé frenadoles,
sudor por lentejuelas
viendo como se queda la disco costipada
en la fiebre nocturna
de un sábado sin par.



JAVIER BRAVO.
Barcelona, 20 de febrero de 2010.

sábado, 27 de febrero de 2010

"SI YO FUERA BECKHAN"


Si yo fuera David serías mi Victori@,
izarías tu nombre orgulloso de mi.
Hoy marchas de mi lado. Se vacía el vestuario.
Confundiste mi fama.
Soy tatuado y no inglés.
En mi cartera falsa llena de tomas falsas
se agolpan los penaltis
de cuando me creías un rubio de la “yet”.
Si yo fuera el de Londres nos viciaría el lujo,
tendríamos por siempre champagne para beber.
Yo sería muy rico rodeado de contratos
y mis labios billetes para calmar tu voz.
Te haría una exclusiva, un robado pactado,
un torneo animado.
Te hurtaba el corazón.
Tu cuerpo sólo al verme reaccionaría ágil
y en tu portería siempre entraría mi gol.
Los flashes de las cámaras, promiscuos como nunca
saltarían automáticos, pupilas dilatadas,
no habría esta oscuridad que nos aleja hoy.
Si yo fuera Beckhan aun por aquí estarías
cuidando de mi espalda, quitándome los fans.
Te compraría zapatos que te eleven del suelo
para nunca lidiar con una decepción.
Si tuviera la suerte que acapara a ese David:
una estatua de cera,
una mansión con mármol
y un bolso Luis Vuiton
no tendría mi ropa en bolsas de basura
llorando mis tristezas en medio del salón.
Si fuese ese señor quizás me amase más,
me quedaba conmigo y me haría el amor.
Mas como no lo soy
y duele la derrota
con esto te pateo lo mismo que a un balón.
Si fuera ese individuo, lo sé, estarías conmigo.
Compraría con dólares esta desilusión.





JAVIER BRAVO
Barcelona, 23 de enero de 2010

"LA CRESTA DE LA LOLA"


La engominada cresta de la Lola
tenía un mundo exterior por descubrir
hasta que un día un chicle fue a morir
a su pelo, sesgando así su aureola.

Rota, la Lola, tuvo que acceder
a pasar la tijera. Fuera moda.
Y al apilar su pelo con la escoba
se hizo un quebranto y se dejó caer.

Reclinó la cabeza sin su cresta
con lágrimas lavadas sin champú,
con tristeza y con cara de mongola

a la vez que nacía una nueva Lola
que al descubrir su look se fue de fiesta
como una nueva estrella de interviú.




JAVIER BRAVO.
Barcelona, 6 de febrero de 2010.

sábado, 23 de enero de 2010

"LOCO"




(Inspirado en Balada de un loco.)


Como un demente agosto te abriré mis ventanas
para este manicomio hacerlo tu salón.
Vendrán mis desvaríos, reprimendas y vendas
y se hará placentera mi recuperación.

Como un enfermo y yonki rascaré las paredes.
En ellas grabaré tu nombre y mi ilusión.
Con la cal de tus letras construiré una línea
que inhalaré con fuerza hostiando al corazón.

Como un enajenado te inventaré un planeta
donde un mero diagnóstico no sea este resbalón,
donde la luna queme y el sol brille de noche
y no exista la lluvia ni la exageración.

Como un hermético cura que ama su delirio
y va hallando almohadones entre la sinrazón
me inventaré un requiebro que te mantenga ebrio.
Haré de tu cordura un limbo para dos.

Como un brote psicótico que no encuentra armadura
navegaré en tu cielo, negociaré en tus olas
y gritaré un silencio sin camisa de fuerza
tragándome las nauseas y la medicación.

Y habitaré en tu nube,con miradas perdidas,
y olvidaré otros rostros
como un loco
común.




JAVIER BRAVO.
Barcelona, 9 de enero de 2010.

"I" (inventar)


para Vicente, sin inventos...




Y me inventé quererte.

Hoy queda faenarme los días que me invento
aunque un invierno helado sea la realidad.
Intentar con los años no ver mañanas áridas,
idearme praderas entre los rascacielos,
sembrar entre mi caos un remanso de paz.
Preguntarle a mis años si les sobran minutos
para hacer de las horas un eterno viajar
y colocarte entero en mitad de mi ingenio
ventilando mi viento,
queriéndote invitar...
Desde que te inventé me encontré un buen futuro.
Cuando se haga presente yo miraré hacia atrás.
Me inventaré minutos,te inventaré un te quiero,
me inventaré los días y me haré en singular.
Y sólo será nuestro,
hallazgo verdadero.
Construiré un castillo donde reines a gusto
con puentes levadizos,
y una nave espacial.

Hace más de diez meses concebí este poema.
Ahora toca inventarnos cómo va a continuar.






JAVIER BRAVO
Barcelona, 15 de enero de 2009

"VIAS"



Próxima parada: Prosperidad.



Este no es el destino que había imaginado.
No era éste el paraíso que me inventé por ti.
Irrumpí en tu vagón, náufraga travesía.
No eran éstas las curvas que, ansioso, construí.

Este tren no es aquel por el que me perdía,
ni las vías, ni el rodar, ni el grasiento raíl.
Ante tal contratiempo, este torcer las vías,
hoy se cambia el sentido.
No es opción desistir.
Hagamos nuevas rutas, no apaguemos motores.
El final de trayecto que dibujé es mi fin.

No me importa el frenazo.
A por más combustible.
Los trenes siempre paran para poder seguir.
No era éste el andén donde yo te esperaba
aunque sí es el billete que yo aboné feliz.
Una estación en obras es todo lo que tengo,
semáforos en rojo,
andamios desmontados, y un banco para mí.

Sentado en mi estación, reparando mis daños,
esperaré el silbido que anuncie tu ciclón.
Y tu andén será el mío, tu correr mi respiro.
Viajaremos sin fin, máquinas aferradas,
compartiendo una vía, un rodar, un raíl.




JAVIER BRAVO
Barcelona, 9 de septiembre de 2009