viernes, 26 de marzo de 2010

"EL DESPERTAR DE MI PRIMA VERA"



Mi prima Vera tenía un toque masculino
a pesar del perfume a su pasar.
Sus labios clausurados (como capullos rosas)
necesitaban urgente que apareciera abril
para con él abrirse,
cuestionarle a sus pétalos
si quería un narciso, o tal vez azucena
para su fotosíntesis,
su polinización.
Mi prima Vera, plena, optó por la segunda
y bañada en rocío pronto se engalanó
con hojas esmeralda
que el viento erotizado
en un par de zumbidos
de canela vistió
para así conquistarla...
Su arma era su olor.
Pasarela de aromas
que esparcía mi prima
por toda la ancha acera (a su paso avenida)
hasta que un día su víctima
de amor se desmayó.
Despertó la azucena detrás del boca a boca
y cual bella durmiente sus días de sol llenó
cuando al abrir los pétalos se encontró,
enredadera,
a mi prima abrazada, mariposa a su vera.
Con tan sólo olisquearla: nueva pigmentación.
Y de marzo hasta mayo se juraron abono,
intercambiar semillas,
regalarse orquídeas en días de calor.
Vera entonces sesgó de su holgada maceta
malas hierbas y esquejes,
intervalos nubosos,
alergias mal curadas,
avispas sin panal;
y se quedó sin más, con las borrascas justas
para florecer muy juntas,
alegrarse el balcón.
Mi lesbiana prima encontraba su vulva
construyendo un jardín
donde olía el amor.



JAVIER BRAVO.
Barcelona, 21 de marzo de 2010.

ilustración by Ismael Alvarez.

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