"NOCTURNO CHA CHA CHA"

a la Habana.

Me enamoré una vez de tus caderas
y sé que entre tus piernas moriré.

La noche de la Habana es caja de sorpresas,
esquinas que se lanzan a vivir sin temor.
Misteriosas aceras que invitan a perderte,
oscuras callejuelas donde habita el amor.
Entonces, sin saberlo, en mitad del asfalto
comienzo a saborear el zumo de sus calles
calientes como brazas,
las terrazas que gritan aullidos de deseo,
marejadas de besos salpicados en ron,
la magia de una sombra que se adhiere a la tuya
y nunca te sorprendes
porque la Habana es fuego, compañía y dulzura,
tambores que retumban en tu sensualidad.
Y danza mi ciudad batiendo sus caderas.
mulata siempre bella,
remolino en su pelo que hondea en libertad.
Mi Habana es Malecón: testosterona y puros,
cadenciosa canción que aun no tiene final.

Mulata escandalosa que mueves tus caderas,
provocativa y puta, hormona y seducción,
no me prives nunca de todas tus tormentas
que aunque estemos muy lejos tu lluvia siempre llega.
Sé mirar hacia atrás, me afecta tu ciclón.

Fui engendrado en tus calles, mulata sandunguera,
bebía de tu seno pero no de tu paz.
Decidí cambiar el son de tus caderas,
tus chirriantes cadenas,
todo tu vendaval
por una nueva tierra, sevillana y flamenco,
por nuevas esperanzas y un nuevo paladar.
Hoy te echo de menos, mulata jinetera,
y tu aroma, en mis días, rebusco sin parar.

Las noches de mi Habana se infiltran en mis noches,
y su recuerdo viaja como estrella fugaz.
Canto esta melodía teñida de nostalgia
para que con su ritmo me devuelva a mi hogar
y pueda saborear el néctar de sus senos.
En su ombligo, muy dulce, mis penas olvidar.
Es tanto lo que añoro tus Mojitos, mis miedos,
que ansío beber de un trago todo este cha cha cha;
que el sabor de tus labios me robe to' mis besos,
el color que me diste,
el brillo de mi cielo,
y de tu luna llena no me baje jamás.

Me enamoré una vez de tus caderas.
Yo sé que entre tus piernas moriré.




JAVIER BRAVO
barcelona, 12 de enero de 2009