"MÁTAME LENTAMENTE"

(killing me softly)

para Vicente, el perfecto asesino.



Con el puñal de tus besos que me saben a gloria
mátame lentamente,
no me dejes vivir,
que vivir sin tus labios es el peor suicidio
que he imaginado siempre desde que yo te vi.

Corta mis venas con mucha precisión
que ya conoces bien el tono de mi sangre
porque es el patio de recreo por donde correteas
maduro e infantil,
receloso y fugaz.
Haz un zumo con ella,
y bébetela a gusto
que es muy dulce el sabor del néctar que me llena
que he producido lentamente, en todos estos años,
esperando nutrirte de juventud y sabor.

Dispara contra mis verbos,
hacia mis redundancias,
mis cambios de carácter también puedes quemar
porque me ahogo siempre que las olas me rozan.
El miedo me apodera,
y en un vaso de agua me ahogo sin querer.
Más no le temo al mar,
mátame lentamente,
niégame salvavidas y gafas de bucear
que yo quiero perderme en el coral que guardas
en el pecho, muy hondo, entre branquia y pulmón.

Asfixiame con lágrimas que sepan a mediodía,
fulmíname en un beso de pólvora y de sal,
envenena las dudas de este verde presente,
haz de mis sinsabores un siniestro total,
pero no me pidas nunca una orden de alejamiento
porque no puedo estar muy lejos de tu voz.
Y caeré rendido, bribón, killing me softly,
al tacto de tus ojos cuando gritan socorro,
al roce de tu espalda forcejeando en mi pecho
por conseguir,
triunfal,
el abrazo fluvial y subido de tono
que le robé a tus brazos
cuando te prometí amor.

Y tras la dulce muerte de vivir por tus besos,
mi saliva agridulce será el pasaporte
hacia la vida plena de morir en tus labios
y desangrarme en ellos,
sin temor,
sin anestesia,
esperando la autopsia en mi mejor colchón.




JAVIER BRAVO.
barcelona, 18 de abril de 2009