jueves, 14 de mayo de 2009

"MERCI"


(decibelios de amor)


para Jaime Jarque. Persona.

A mi pequeño gigante.


Entre el house progresivo y bailes de zambito,
a menos de dos metros de un gigante altavoz
la voz de mi pequeño, muy parecida a un grito,
me lanza un alarido, una declaración.
Y lágrimas que van dificultando el sonido
me adivinan certeros lo que sus labios dicen:
quieres ser mi marido?
Y yo respondo: of course.

Entonces el musicón de un dj conocido
desaparece y deja todo mi alrededor
en un silencio grueso que se hace melodía.
Mediodía es afuera.
Yo sin respiración.


Es cierto que mi chico iba muy bien de copas
y más de alguna alegría externa desayunó,
pero sólo sirvieron como una catapulta
que impulsaba las palabras que atascadas tenía
muy salvajemente
cerca del corazón.
Son agentes externos que avivaron su grito
e hicieron de sus deseos
una rápida vía
y convertirlos en voz.

Una mañana mágica de mágicas palabras.
Un acierto elegirlo a él como elección.
Yo lo siento muy cerca
cuando entre bailes me mira
y a base de confianza me hago su fantasía.
Sin dudas es su cara mi deseo cumplido.
Hoy todo es alegría.
Me felicito yo.

Gracias a los que ese día me miraron por dentro
descubriendo en mis ojos mi gran felicidad.
Gracias a mi pequeño: buen chupito de vida,
decibelios de amor, temazos en su voz,
simetría del ritmo,

orgía en su mirada donde sólo estoy yo;
por nuevos pasos de bailes que hemos creado juntos,
por ser parte esencial de este gran colocón.
Gracias a ti, dj, por llenar los caderas
de ritmo incontrolado
en medio del Merci,
por sacudirme el alma a mí y a mi “maridito”
a menos de dos metros
de un gigante altavoz.

Perdóname, dj, si tapé mis oídos.
Llevo años soñando con esta declaración.


JAVIER BRAVO
barcelona, 3 de mayo de 2009

No hay comentarios: