(poema desintoxicado)
Sálvame, soy un náufrago...
Bibi Andersen.
Sácame de mi rutina.
Ya conozco su cara.
Son viejos conocidos sus surcos en mi piel.
Exíliame de esta espiral en que gira mi vida,
convierte tu llegada en la curva final.
Dame un mundo soñado que se acople a mi mundo,
también ventanas nuevas para verme volar.
Echa mis trastos viejos de mi sótano oscuro,
colócalos, con arte en un nuevo desván
donde sobra el espacio para palabras nuevas,
una vida en común,
juntos desayunar.
Sácame del tropiezo en el que me he tropezado.
También todas las cartas:
chisteras y conejos,
mis jockers y tus as.
Extrae de mi bolsillo un trébol amarillo
y de verde esperanza coloréame el mar.
Quítame de esta duda de caminar despacio
cuando alguien se aproxima hacia mi caminar.
Sácame de mis sábanas en las mañanas grises,
ponle baterías a mi melancolía,
e impregna de alegría los huesos de mis días.
Haz que mis sueños sean un remanso de paz.
Químane las sustancias que hoy corren por mis venas,
dame tu adrenalina,
límpiame las arterias para tu navegar.
Sácame de este claustro donde a gusto de habitado
con cara de rutina
(aparente alegría,
simpática apatía)
y pon puertas blindadas para ya nunca entrar.
JAVIER BRAVO
barcelona, 24 de mayo de 2009
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