sábado, 17 de abril de 2010

"TU VOZ"


para ti.


Me sorprendió tu voz echándote de menos
quitando ciertos diques que había en mi respirar.
Exhalé hondo, alegres
sonrieron mis labios
y al endulzarse el tiempo no tuve más remedio
que seguirte la rima
y te correspondí.

El tiempo me ha servido para saber que quiero
seguir sintiendo sustos de tu voz en mi voz.
Me atravesó con ganas,
como un susurro húmedo
y por la portañuela se deslizó y rodó
de algarabía llenando
mi holgado pantalón.
Erecto fui ese homo que empalmando palabras
va dejando sus babas en un Sony Erickson.

Se refugió mi voz en los silencios tuyos
y pude hablar contigo hallándome la voz.
Pude parir sin gritos todo lo que tenía
guardado entre un insulto y sacos de rencor
y perdoné la ausencia,
este tiempo ganado,
perdoné mi paciencia volviéndote a sentir
del lado del teléfono
temblando un sentimiento,
formando nuevos ecos que yo coleccionaba
para hacer, a escondidas,
detrás de tu llamada,
este poema verde
como una llamarada
que espero que madure
como miel en tu voz.

Me sorprendió tu voz pidiéndome un deseo,
y abriendo las persianas
pudimos respirar...



JAVIER BRAVO.
Barcelona, 7 de abril de 2010.

"SEÑORAS QUE ACEPTAN TU AMISTAD EN FACEBOOK PENSANDO EN BODA"


Si la amistad es blanca no es por llevar velo.



Ellas llegaban a tu perfil a mediación de tus amigos o vaya usted a saber cómo. Al ver un pezón saliendo por la camiseta, un torso dialogante, una sonrisa abrasadora ya comenzaban a preparar su ajuar. Y como buena pedida de mano te ofrecían su amistad, a la que tú correspondías con un si quiero y una transparente bondad. Nunca resta conocer a los desconocidos, así me enseñaron desde peque. El “modus operanding” siempre era el mismo: un mensaje de agradecimiento por aceptar su amistad. Y encargándole los anillos a un cura virtual comenzaban a pensar en el banquete perfecto, a tejer bien sus redes mientras mataban el tiempo desmenuzando tu perfil, dando gracias a la red por acercarles al salón de sus casas al príncipe con el que siempre soñaron aterrizar en un altar.
No importaba la prueba del pañuelo. Eran muy modernas y nada exigentes. Sólo les importaba que respondieras a sus piropos. Y de vez en cuando lanzaban alguna piedrecita para hacerte saber que estaban ahí, detrás de la pantalla (que servía como confesionario) intentando convertirte en pecado aunque luego tuvieran que dejarse las rodillas rezando olas de Padres Nuestros.
La ceremonia era como siempre: esperar que hicieras algo público para hacerse notar. Luego llegaban los regalos. Y al darse cuenta de que no recibían ninguno ya que la lista de boda estaba vacía (el novio no tenía invitados) comenzaba el desamor. El sólo quería su amistad aunque fuese pixelada pero nunca había soñado con enlazar perfiles, con una lluvia de arroz como mensajes ni en llevar un clavel en la solapa.
Con la decepción ellas desaparecian muriendo en el intento. Y llegaba el día en que“el novio”, haciendo limpieza de facebook las fulminaba con un “teclazo” ya que sabía que aquellas señoras, a escondidas lo espiaban y en cualquier momento podrían reaparecer con las tarjetas de la celebración impresas y con fecha. Ellas, como desagavio y de momento, se quitaban el anillo e interpretando una posiblemente oscarizada rabieta aceptaban a diez nuevos “amigos” de un plumazo dentro de los cuales, quizás, estuviera aquel adonis ideal que siempre soñó encontrar en una red social para presentarle a sus padres, colocarle un “smoking” y llevarle, en un coche con pegazos, de luna de hiel.



Pd: Que no se de por aludido NADIE que pueda leer esto. Si lo has leído es porque aun te tengo en mis amigos Y NO MOLESTAS. La limpieza ya está hecha.
Gracias por leer mi amistad.




JAVIER BRAVO.
Barcelona, 14 de abril de 2010.

"PRINCESA CON CASTILLO"


para Gemma, princesa (de momento).
Las cosas de palacio van despacio.


No es para nada una suerte
habitar un castillo
donde hay toque de queda,
donde te escabulles,
se enreja tu sonrisa,
se encierra tu verdad.
La verdad es que el hierro
de todas tus ventanas
te entiende y hasta llora.
Se oxida la justicia,
se vuelve de cristal.
Yo se que a ese castillo
que sirve de pestillo
un día mi princesa
ya no va a regresar.
Y yo estaré esperando
bien junto a su ventana,
le cantaré una copla,
bailaremos un vals.
De momento regresa
a su castillo-nido
que la ha hecho más fuerte,
toda una emperatriz.
Con respeto a la corte
mira hacia el más allá,
y ya no le da corte
que aquel toque de queda
se quede en su retina
porque sabe que pronto
la vida será el cuento
donde anheló reinar.

No es para nada suerte
habitar un castillo
con puentes levadizos,
control al respirar.
Y menos contemplar
en mi princesa bella
las ganas y sus ansias
de salir sin entrar.


JAVIER BRAVO.
Barcelona, 1 de abril de 2010.